¿Es posible controlar nuestras emociones o de plano dejarlas que dominen tus acciones y tu vida?
¿Alguna vez has estado con alguien que claramente es capaz de dominar sus miedos, sus nervios?
Hay personas que en un problema o discusión reacciona de una manera irritable mientras otros mantienen la calma y prudencia diría yo.
Si te sientes triste, esta bien sentir la emoción pero no quiere decir que tengas que vivir en esa tristeza o el dolor.
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Lo principal es reconocer la emoción, vivirla, sentirla, y sacar un aprendizaje de ella.
La forma en que interpretas tus emociones puede cambiar la forma como las vives
Te pongo un ejemplo:
- Una persona se siente nervioso al hablar en público, y siente esos nervios como algo negativo, algo que lo paraliza.
- El otro lado de la moneda es, alguien que interprete esos mismos nervios como motivación y ganas de hacerlo bien.
¿Notas la diferencia? Es la misma emoción, pero la interpretación y acción es completamente distinta por lo tanto el resultado.
Tu cuerpo te da la energía, pero cómo usar esa energía lo decides tú.
¿Qué pasa cuando tus emociones se descontrolan?
No puedes evitar sentir emociones. Las emociones están ahí porque tienen una función un sentido biológico de supervivencia
Primero entendamos que las emociones en sí son procesos fisiológicos y de comportamiento propiamente innatos.
Y estas se dividen en:
• Cognitivas: componente consciente o inconsciente que se basa en la valoración subjetiva de un acontecimiento.
• Neurofisiológicas: totalmente involuntario abarca emociones tales como los temblores o el sudor.
• Conductuales: puede ser voluntario o involuntario como el llanto, el tono de voz o nuestros movimientos corporales.
Las emociones presentan 3 funciones importantes:
• Adaptativa: cada emoción tiene su propia utilidad. Por ejemplo, el miedo tiene la función de proteger y el asco funciona como rechazo.
• Motivacional: energiza la conducta motivada que se realiza de una forma más vigorosa y eficaz.
• Comunicativa: abarca la comunicación intrapersonal y la interpersonal. De la intrapersonal obtenemos información propia. En cambio, en la interpersonal se presta atención a la comunicación verbal y no verbal, que influyen en la conducta de los demás.
Por eso es tan difícil controlar mediante la fuerza de voluntad el origen de tus emociones: ya que sería anular esta respuesta para la que estás programado genéticamente.
Tus emociones son necesarias
Sin embargo, en algunas personas puede ocurrir:
- Sienta una amenaza que no es real provocando emociones de ansiedad que no son buenas para su cuerpo.
- Por algún motivo, el cerebro entra en modo de supervivencia y se queda anclado ahí. Es cuando entras en depresiones, desánimos, estancamiento.
Por lo que tienes que acostumbrarte a detectar el momento en que no puedes dominar tus emociones.
Desafortunadamente la emoción que dura más es la tristeza.
Dura hasta 4 veces más que la felicidad.
Lo que no funciona para controlar tus emociones
- Intentar no pensar en lo que te preocupa
- Relajarte y respirar hondo
- Liberar la tensión por otras vías
- Presionarte para tener pensamientos positivos
Lo que sí funciona
Para controlar tus emociones debes saber identificar y entender tus propias emociones. Se trata de que tu mismo sepas cuando y porqué te enojas, estas nervioso o triste, y actuar sobre las causas y no sólo los síntomas.
Para llegar a ese conocimiento las siguientes técnicas pueden ayudarte.
1. Recuerda tus virtudes y éxitos
La reafirmación en tus virtudes y puntos fuertes es una de las mejores estrategias para gestionar tus sentimientos. Consiste en pensar en lo que te ha provocado esa emoción pero reduciendo su significado negativo.
La próxima vez que sientas que pierdes el control sobre tus emociones, recuérdate a ti mismo aquellas cosas de las que te enorgulleces en tu vida.
2. Distrae tu atención
Usando la distracción puedes bloquear tus estados emocionales.
Piensa en un niño pequeño que no deja de llorar, ¿Qué hacemos? cambiar su atención ¿cierto? con esto se disminuye su nivel de excitación.
La técnica de la distracción consiste en desvincularte de la emoción negativa centrando tu atención en pensamientos neutrales. De esta forma evitarás que la emoción coja demasiada intensidad.
3. Medita habitualmente
La meditación tiene una gran eficacia para prevenir los pensamientos negativos repetitivos y no sólo mientras meditas, sino también a largo del día.
Intentar relajarte sólo cuando tienes emociones no es muy eficaz. Sin embargo, meditar de forma regular y respirar correctamente si puede relajarte.
4. Escribe un diario de tus emociones
Escribir tus emociones, sentimientos y pensamientos más profundos se ha demostrado ser eficaz tanto a nivel psicológico como físico.
Mantener una especie de diario emocional sobre lo que has sentido en algunas situaciones te ayudará a reducir la recurrencia de pensamientos negativos.
5. Lo más importante: toma consciencia de tus emociones
No se trata de luchar contra tus emociones, sino en tomar consciencia y saber por qué los sientes.
Lo importante es ser honesto contigo mismo.
Conocer la verdad real de tus sentimientos te ayudará a tratar la causa y a controlarlas.
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