Un ciclo en nuestras vidas, es un espacio de tiempo concreto; en el que vivimos una serie de emociones buenas y malas, una serie de vivencias, buenas y no tan buenas. Y muchas veces llegamos al momento de tener que cerrar ese ciclo.
Ya que una experiencia que llega un momento en que se termina, para iniciar otras experiencias.
Sin embargo, que se termine ese periodo de tiempo, , no quiere decir que nosotros lo hayamos cerrado.
Cerrar el ciclo desde el punto de vista psicológico significa que ese cambio deje de dolernos; que hayamos sacado un aprendizaje de él, y que ese aprendizaje lo integremos en nuestra vida como parte de nosotros.
¿Cómo cerrar un ciclo?
Imagina que novio, esposo, pareja te dice que quiere romper con la relación.
El cierre de ese ciclo se inicia precisamente con esa noticia. Con la noticia que te da tu pareja de que quiere terminar con la relación. Justo con el impacto que produce una noticia como esa; en ese mismo momento en que te enteras, empieza el proceso de cerrar ese ciclo.
Y comienzas con algunas fases de un duelo.
Aparece la tristeza, la culpa, la rabia o el despecho que es rabia en definitiva.
No aparecen necesariamente en ese orden; y pueden ir fluctuando.
El trabajo más duro viene después de todo eso. Después de sentir todo eso, que no podemos ni debemos evitar sentir, toca la parte más difícil.
- Comenzarás a extrañar tus vivencias anteriores y a adaptarte a tu nueva vida.
- Los amigos y la familia comenzarán a hacer preguntas y en caso de que comuniques la nueva situación revivirás una y otra vez lo vivido. Lo cual por supuesto es doloroso.
- Es momento de pedir ayuda a un especialista si lo consideras necesario.
- Comienza a trabajar en tu autoestima; que después de algo así ha sufrido un gran daño.
La clave para cerrar los ciclos son dos:
Primero hacer consciencia de nuestra responsabilidad no hay víctimas ni victimarios.
Lo segundo es el aprendizaje. Que te deja esta experiencia, este ciclo en tu vida.
¿Cómo sabremos si de verdad hemos cerrado el ciclo?
El ciclo estará cerrado cuando, mirando atrás y recordándolo, no nos tienes ninguna emoción; ni de tristeza, ni de enojo, ni de nada.
El ciclo estará cerrado cuando seas capaz de agradecer lo bueno que viviste durante esa etapa.
Cuando no somos capaces de cerrar una etapa y aprender la lección, es probable que la vida nos presente otra igual, para que la aprendamos.
Por eso, no es tan difícil encontrar personas que increíblemente caen en los mismos ciclos.
Es posible que aún tengas algo que aprender.