Todos los sistemas en el universo funcionan y evolucionan a través de un principio llamado “entropía” que determina el grado de desorden molecular en un sistema, es decir, nuestro universo y todo lo que en él existe, está determinado por su capacidad de trascender el caos, vivir procesos de caos para lograr un Nuevo orden.
Nuestras experiencias de vida están generadas por las mismas leyes universales, y es así como un sin número de éstas leyes impactan el nuestra realidad día a día, sin nuestra conciencia de ello.
Cuando inicias un trabajo de desarrollo personal y toma de conciencia, puedes con facilidad, empezar a percibir la presencia e impacto de estas leyes día a día.
Cuando aparece el caos o “estancamiento” en nuestras vidas, normalmente es un llamado de nuestro sistema a crear un cambio que muy probablemente hemos estado postergando ya por algún tiempo.
La distorsión de percepción está en considerar que una “crisis” es un retroceso, cuando en realidad es justamente un indicador de posibilidad de “evolución”.
Decenas de veces hemos escuchado decir que “Las crisis son oportunidad” pero pocas veces hemos recibido la información completa y necesaria para comprender de forma profunda este concepto, y para ello es importante comprender el concepto de progreso y evolución.
El progreso es por definición, la acción de ir hacia adelante, un perfeccionamiento o movimiento de avance. Esto puede aplicar a cualquier sistema o individuo.
Por otro lado evolución implica un proceso de cambio o transformación gradual de un estado, circunstancia, situación o sistema.
Para garantizar la subsistencia de un sistema o especie, la evolución es un factor fundamental, es este concepto lo que ha llenado libros enteros de teorías, respecto al proceso de transformación y adaptación de las especies a lo largo de la historia, incluyendo a la raza humana.
Este proceso está íntimamente ligado con nuestra capacidad de sobrevivir en nuevos entornos y circunstancias, superar nuevos desafíos de cualquier índole que requiera el desarrollo de nuevos talentos para nuestra supervivencia.
El progreso en cambio está ligado mayormente a la capacidad de avanzar más que de adaptarnos y crear nuevos talentos o recursos de preservación, el progreso implica avanzar una vez que hemos podido dominar un estado específico, es mejorar aún más el entorno o habilidad que hemos requerido adquirir para subsistir en un estatus específico de vida.
La evolución en muchos sentidos básicos es casi natural y obligatoria, el progreso sin embargo requiere elegirse y crearse.
La única garantía de felicidad existente para el hombre es el progreso y la constante que determina el progreso es la acción de cambio, que generalmente trae consigo matices de incomodidad, nos lleva más allá de nuestras áreas de dominio y hábito, donde sentimos certeza, seguridad, confianza e incluso valía.
Es fuera de éstas fronteras de comodidad que vamos creando a lo largo de los años en nuestra búsqueda de la terrible “estabilidad” , que se encuentra nuestra verdadera garantía de felicidad, plenitud, desarrollo y creación de una existencia extraordinaria.
Sin embargo resistimos fervientemente el cambio como si fuera una maldición o amenaza y de esta manera creamos estructuras de vida “obsoletas” que dejan de servir con el tiempo y demandan ser modificadas o re construidas por completo: tu forma de pensar, actuar, decidir, relacionarte, lo que crees saber , tus hábitos y decenas de características de tu ser y hacer cotidiano que incluso justificas bajo el manto de “tu personalidad” o “esencia” que en realidad no es fija ni limitante, es flexible e ilimitada.
Todas estas cosas que “clamamos” tantas veces “Ser quien somos” son miles de veces nuestras propias cadenas y condenas a una vida de sufrimiento, porque prolongamos la llamada a la acción y al cambio, aferrándonos a nuestras viejas estructuras mentales y de conducta, creando finalmente lo que llamamos “Crisis”.
Pero si lo observas detenidamente, este estado de crisis no es otra cosa que el aviso de una posibilidad de elevarte a un nuevo nivel de Ser y de vivir.
Te habla de un grito desesperado de tu sistema para tomar decisiones y acciones diferentes, aprender, desarrollar o integrar un nuevo talento, recurso o habilidad, pero sobre todo, desaprender para volver a aprender, flexibilizar mis criterios y encontrar nuevas posibilidades donde antes veía sólo límites.
Este llamado es una extraordinaria noticia en tu vida y lo único que requieres saber es que si estás viviendo incomodidad con tu realidad y tus resultados, frustración constante, sensación de estancamiento y dolor prolongado en tu día a día, es hora de cambiar la estructura y el rumbo, y para ello hay estrategias muy sencillas que te permitirán abrir esas puertas.
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